Marta Riesco rompe el silencio sobre el momento que cambió su vida y el maltrato que sufrió: «Me atacaban mucho»
Marta Riesco es capaz de trabajar de nuevo. «No está nada mal. Está mal, pero ya está mejor», insistió Cristina Tárrega, mientras que Marisa Martín Blázquez aseguró que Marta «está empezando a tomar conciencia de la situación, dónde se metió y con quién está». y ella reflexiona». “Cuando te equivocas, aprendes de tus errores”, explicó en referencia a cómo la reportera manejó su historia de amor. antonio david y su sobreexposición mediática en las últimas semanas. Tras el programa, Marta salió puntual de su trabajo y lejos de su actitud esquiva, cuando salió a la luz su relación con el ex de Olga Moreno, aparcó su coche frente a las instalaciones de Mediaset y nos contó mientras intentaba mostrar su mejor sonrisa, cómo qué siente después de una de las semanas más difíciles de su vida.
«La verdad es que tenía ganas de volver a trabajar. Cuando está mal solo quieres volver a trabajar y mis compañeros me han acogido muy bien. La verdad es que tengo suerte. He vuelto a mi puesto con bastante normalidad cuando ha fue así, como dije antes y todo está bien”, comentó, agradeciendo a los medios de comunicación por su apoyo durante su baja médica. Ya más recuperada, Marta admite que anímicamente «sobrevive bien».
“Seguro que hay cosas peores en la vida”, agregó, tratando de restarle importancia a la situación que lo llevó a renunciar a todo durante una semana. Eso sí, sobre su supuesta ruptura con Antonio David y la falta de apoyo de su padre Rocío Flores yEn el peor de los casos, ni una palabra. «No diré nada»; «No voy a comentar sobre el tema»; “No voy a hablar”, fueron las respuestas que dio Marta a todas las preguntas relacionadas con el fin de su noviazgo con la ex colaboradora y la extraña relación que mantiene con Olga, con quien no quiere formalizar su ruptura. De lo que sí pudo hablar sin problemas es de su demanda contra Anabel Pantoja
Riesco quiso hablar alto y claro sobre su operación de nariz por primera vez y mostrar su perfil sin tapujos antes de entrar al quirófano. Riesco empezó a hablar de eso intimidación que sufrió en su adolescencia. Nunca se había fijado en su nariz hasta que empezaron a burlarse de ella por su cuerpo en la escuela. “Cuando era pequeño, de adolescente, no tenía complejos. Pero cuando yo era niña, unas niñas de mi escuela me atacaban y cuando me coqueteaban, lo hacían con la nariz”, dice mientras él lo imita.
Afectó su autoestima, pero no fue hasta que apareció en la televisión (hace unos cinco años) que realmente comenzó a preocuparse por su nariz. “Tenía la nariz puntiaguda, era una nariz bastante grande. No me gustaba, pero hasta ese día no tenía ningún complejo. Cuando entré en El Programa de Ana Rosa y comencé a ver la televisión , sobre todo en el plató, me empecé a gustar cada vez menos, pero tenía mucho miedo y no me atrevía hasta que un día me decidí
«Me dijeron que mi nariz me hace la cara bastante fea. Mi tabique quedó perfecto. Lo que me afeaba mucho la nariz, y en consecuencia mi cara, era que tenía la nariz muy larga, caída y me sobraba mucha carne. Me hablaron de una cirugía ambulatoria sin anestesia general y me lancé”.
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