Los científicos critican que los fondos destinados a investigación dependen demasiado de Europa
El apartado de ciencia e investigación está creciendo en los presupuestos generales del Estado para 2023, pero no porque el Gobierno esté aumentando los fondos, sino porque Europa está aportando más dinero. Así surge del “Informe de Política de Gastos 46”.Investigación, desarrollo, innovación y digitalización»’ acaba de publicar la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), un conjunto de 84 sociedades que representan a más de 42.000 científicos españoles.
Tal y como explica el informe, las métricas clave para evaluar los recursos públicos dedicados a la ciencia, la tecnología y la innovación son los fondos no financieros de los recursos nacionales “porque son los que realmente representan el volumen de inversión directa y muestran continuidad en el tiempo”. confirman desde cosce. En los PGE de 2023, los fondos nacionales no financieros destinados a I+D+i y digitalización (PG46) aumentan hasta los 3,8 millones de euros, un 12,44% más que los fondos nacionales no financieros fijados en los PGE de 2022 a pesar de este crecimiento”, la suba está siendo atemperada por el contexto inflacionario”.
Los recursos no financieros de los fondos europeos alcanzan los 6,6 millones de euros, un 22,31% más que en 2022. Si consideramos el conjunto del PG46, los recursos no financieros pasan de 8,8 millones a casi 10,5 millones, un 18,49% más. Estos fondos están destinados a mejorar los puntos más críticos para la actividad científica y también para la innovación, ya que el CDTI es también el receptor de más recursos junto con la mejora de los recursos para la formación y los recursos de la Agencia Estatal de Investigación. Los OPI en general están aumentando, pero mínimamente, con la excepción de CIS e ISCIII.
“Pero hay que señalar que en la práctica estos incrementos no son tan significativos en términos reales por el efecto de la inflación: si convirtiéramos las cantidades a valores correctores de inflación, los incrementos disminuirían”, critican desde la asociación. “Además, casi dos tercios de los recursos no financieros que tenemos son europeos”.
El informe advierte que los fondos de la UE no pueden sustituir a los fondos nacionales y regionales «si queremos mantener la continuidad de la política de CTI y sus principales prioridades». La disponibilidad de fondos europeos (en circunstancias excepcionales estos años por la pandemia) no está garantizada a medio plazo.
Crecen, pero no caminan.
La organización critica que los fondos nacionales sin fondos europeos estén aún lejos del nivel anterior a la crisis y también advierte de la posible falta de autonomía del sistema de ciencia e innovación y de la incertidumbre sobre la capacidad de ejecución de los fondos, especialmente en términos financieros Primero: este año Europa aumentó significativamente su aportación, pero «la capacidad del sistema de I+D+i para absorber este tipo de financiación, que estaba en gran parte sin ejecutar antes de que llegaran los fondos europeos».
El informe destaca que queda por ver si los aumentos en el PG-46 en los últimos años compensarán los recortes acumulados para mejorar la posición de España en un entorno global. España ocupa el penúltimo lugar de 35 países en esfuerzos de inversión pública global en GBOARD después de la pandemia, en comparación con las inversiones en 2021 en comparación con 2007, solo por delante de Rumanía.
“En los últimos años España no sólo se ha distanciado de líderes mundiales como Japón o Corea (salvo los países más pequeños) y de líderes europeos como Alemania y Noruega, que están muy por encima de las medias señaladas, sino que también se está distanciando de otros países vecinos como Italia o Portugal, que habiendo desinvertido este último, lo han hecho en menor medida que España”, apunta von Cosce.
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