Científicos e ingenieros catalanes estudian cómo compatibilizar las renovables con la vida marina
Científicos e ingenieros catalanes participan en una iniciativa europea que busca soluciones para compatibilizar los proyectos de energía eólica marina con la protección de la biodiversidad en el mar.
Biólogos marinos, oceanógrafos y sociólogos de la Red BlueNet Cat, del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) y del Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CEAB-CSIC) trabajarán junto con ingenieros expertos en sistemas de energía en alta mar de la UPC en el proyecto NID4OCEAN.
El Instituto Noruego de Investigación del Agua (NIVA) lidera este proyecto, financiado por el programa europeo Horizone, que reúne a 13 socios de 8 países. La iniciativa se desarrollará hasta 2027 y se centrará en casos de estudio en el Mediterráneo Occidental, donde está previsto desplegar los primeros proyectos eólicos, como en el Golf de Roses, así como en otros ubicados en el Mar del Norte y el Báltico.
El objetivo del trabajo, con un presupuesto de unos 2 millones de euros, es avanzar en el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza, es decir, aquellas que aprovechan el entorno natural para proteger a las personas y optimizar infraestructuras, y opciones que puedan integrarse o añadirse al diseño de una estructura antropogénica con el fin de mejorar el estado ecológico de los ecosistemas.
El proyecto permitirá analizar “el campo emergente de los diseños inclusivos de naturaleza” en la energía eólica marina, para observar “su efectividad y aplicabilidad a diferentes ecorregiones europeas”, señala el investigador del CEAB-CSIC, Rafael Sardá, en un comunicado.
En zonas sin conflicto
Según el investigador del ICM-CSIC, Josep Lloret y Sardá, “los planes y proyectos de parques eólicos marinos deberían evitar las zonas de alto valor para la biodiversidad mediante una meticulosa planificación del espacio marino y marítimo” para no entrar en conflicto con los objetivos de su preservación, como la estrategia de biodiversidad de la UE para 2030, aún más cuando las “comunidades locales pueden verse negativamente afectadas”. En este sentido, una vez excluidas estas zonas sensibles de los desarrollos energéticos, ambos científicos abogan por explorar los diseños inclusivos con la naturaleza «para evitar y minimizar los impactos ecológicos y socioeconómicos que aún puedan aparecer”.
Jóvenes ingenieros
El CSIC fomentará la co-creación de nuevos diseños en colaboración con los ingenieros de la UPC. “Es muy importante incorporar la perspectiva de las nuevas generaciones que han sido educadas en un entorno transdisciplinario. Ellos pueden proporcionar soluciones nuevas e innovadoras”, señala Anna Mujal-Colilles, de la UPC.
Ocho países
En total, el proyecto involucra a 13 socios de Dinamarca, Alemania, Lituania, los Países Bajos, Noruega, España, Portugal y el Reino Unido, que representan institutos de investigación, universidades, ONG ambientales, organizaciones sin fines de lucro y la industria energética.
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